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Abundando en buenas obras

Usted y yo sabemos en nuestro corazón cuales son las cosas que agradan a Dios, por eso debemos abundar en ellas. Por saber qué es lo que le agrada a Dios elegimos hacer esas cosas en el ambiente en donde estamos. No solo en la iglesia lo debemos hacer, sino donde nos movemos diariamente para que Dios vaya abriendo caminos y entre la bendición. Por eso, es muy importante el congregarse porque está junto a otros hermanos bajo una misma unción y una misma visión, y le está dando lugar al Espíritu Santo de Dios, que está operando en su vida en ese mismo momento. Por medio del Espíritu Santo recibirá revelación interior, iluminación en su mente acerca de las cosas de Dios, cosas divinas, tesoros que Dios ha puesto en su vida. No hablo de habilidades naturales, hablo de las habilidades que vienen de parte de Dios. Porque al descubrirlas notará que las habilidades naturales fluirán, pero RESPALDADAS POR DIOS y con la unción de parte de Dios, y como resultado todo lo que haga será de gran bendición.

Dios está haciendo una gran obra en su vida y cuanta más RECEPCIÓN tiene de Cristo y Su palabra, más le da al Señor la oportunidad de operar dentro de usted, en su corazón; y por consecuencia cosas sobrenaturales sucederán en su interior. Lo de afuera depende de lo interno, las cosas a su alrededor tendrán variantes extraordinarias, pero lo más importante es lo que sucede dentro de su vida para que tenga la paz de Dios y el gozo de Dios, y de esta manera el amor de Cristo se manifieste y gobierne su vida.

En 1º Corintios 15:58 dice: 58 Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.

Esta es la relación que tenemos como familia de Dios. Dios lo llamó para alcanzar un destino de grandeza y en ese destino de grandeza usted es parte importante en la ayuda que brinda con la palabra de Dios a otras personas, no con sentimentalismos o cosas emocionales. El sistema del reino de Dios no es el sistema del mundo como para manipular con lastima o con emociones a las personas, o quizás teniendo pena de sí mismo pensando “si se acuerdan o no se acuerdan de mi”, o cuestionando “qué hacen o dejan de hacer otras personas.” Usted está acá para dar un punto y aparte en estas cosas. No está para juzgar qué dan los demás, porque cada uno es responsable delante de Dios de administrar sabiamente del tesoro que Él le ha dado, de distribuirlo y repartirlo para la gloria de Dios. Pablo, está diciendo a la iglesia de Corintios que estén firmes y constantes. Usted debe estar firme en lo que ha creído, en lo que está desarrollando y en lo que va a manifestar. Debe ser constante en todo y no abandonar. Debe liberar sobre la vida de los demás las bendiciones y lo debe hacer con constancia. DETERMÍNESE A SER UNA PERSONA CONSTANTE.

Confiese: Seré decidido en todo, nunca me voy a rendir, nunca voy a volver atrás. ¡Voy a ser constante y firme en todo lo que haga para la gloria de Dios!

Usted debe ir CRECIENDO y MADURANDO, descubriendo que está en la tierra para glorificar a Dios, beneficiar y bendecir a la gente. Aprenda a funcionar dentro del cuerpo de Cristo en los dones y ministerios que Dios le ha dado para ser más fuerte la iglesia, más firme y más constante en todo. Debe ir del crecimiento personal hacia la MADUREZ ESPIRITUAL. Estableciéndose, en cuanto a desarrollar la obra de Dios a su alrededor y creciendo constantemente en eso. Si hizo una cosa hay que hacer dos, si hizo dos hay que hacer cuatro, si hizo cuatro hay que hacer ocho. Diga: ¡estoy dispuesto, estoy disponible para las buenas obras padre, todo lo que venga a mi vida lo duplicaré!

Desarrolle el interés y la dedicación de hablar a personas que necesitan ayuda, buscar edificarlos y trasmitirles algo bueno, animarlos, darle la palabra de Dios y orar por ellos. Todo lo que trasmite Dios lo ve. Usted sabe que primeramente lo debe hacer en forma personal, porque puede haber una tarea colectiva con toda la familia de Dios en determinada dirección, pero en lo personal tiene que ir creciendo en manera continua. Crecer en extender el evangelio hacia los demás y en edificar a otras personas. Cuando vaya a algún lugar debe ir plantando la palabra de Dios. Usted tiene tesoros escondidos y esos tesoros no están depositados en usted para guardarlos, esconderlos o dejarlos de lado. Porque las cosas que Dios ha depositado en su vida hay que DESARROLLARLAS Y MAXIMIZARLAS.

Mantenga su vida en desarrollo hacia otro nivel, porque el trabajo en el Señor nunca es en vano. Y recuerde: hay algo que a lo mejor hizo, que no es notable o destacable ante los ojos de los hombres, pero para Dios ES GRANDE Y MUY IMPORTANTE, Él lo guiará a niveles de grandeza y bendición. Lo promocionará y lo pondrá en alto como heredero de sus bendiciones, ¡su vida será un reflejo de Cristo para la Gloria de Dios!

Apóstol Juan Crudo