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La vida después de la deuda

 

Si es la voluntad de Dios prosperarnos y liberarnos de la esclavitud de la pobreza y la escasez, ¿por qué hay tantos cristianos todavía en deudas?
Para responder esa pregunta, primero tenemos que responder otra pregunta: ¿Qué se necesita para motivar a alguien para salir de la deuda?

Si el pensamiento de ser libre de deudas fuera suficiente motivación para darnos la disciplina para salir de la deuda, ¡ya hubiéramos salido!  Pero no es suficiente.  Tendría que haber una mayor motivación para capacitarnos para alcanzar esa meta.

¿Y qué si yo le dijera: “He secuestrado a tus hijos, y me tienes que dar $ 1000 en los próximos 60 minutos si quieres que te los devuelva”?  Usted encontraría una manera de conseguir $1000 realmente rápido, ¿no?  ¿Por qué?  ¡Porque usted ama a sus hijos!  El propósito para esa suma de $ 1000 sería tan importante para usted que nada lo frenaría para lograrlo. 

Eso es lo que quiero decir cuando digo que el pensamiento de ser libre de deudas no es suficiente motivación para sacarlo de la deuda.  Tiene que haber algo más allá de ese pensamiento para que usted sea inspirado – tan inspirado, en realidad, que usted tome la decisión de calidad de permanecer enfocado y disciplinado en hacer lo que tiene que hacer hasta que completamente libre de deudas.

¿Ve? La deuda viene y es sostenida por la falta de disciplina.  Jesús habló sobre la disciplina cuando dijo: “Id por lo tanto y haced discípulos de todas las naciones…” (Mateo 28:18 Nueva V. K. James)
Esa palabra “discípulo” quiere decir disciplinado.  Entonces si usted es un discípulo, tiene que ser disciplinado en toda área de su vida.  ¡Eso no deja lugar para que usted “exprima” todas sus tarjetas créditos!  Para ser un discípulo de Jesucristo, usted tiene que ser disciplinado en toda área, incluyendo el área de las finanzas.
¿Entonces cómo desarrolla el tipo de disciplina que usted necesita para salir de la deuda?  Esta es la manera en que usted lo hace:  El deseo produce motivación, la cual produce disciplina para tomar acción.
En otras palabras, cuando su deseo de salir de la deuda se vuelve lo suficientemente fuerte, usted va a hacer cualquier cosa que se necesite para que suceda.  Su deseo lo motiva, y eso produce la disciplina necesaria para tomar acción.

Esta es la razón por la que yo tengo que llevarlo hasta el punto donde usted odie la deuda.  Su deseo de salir de las deudas tiene que arder como una llama en su corazón.  Usted tiene que despreciar la deuda tanto que finalmente declara: “¡Absolutamente no puedo vivir así ya más!  ¡Voy a hacer cualquier cosa que pueda para echar a la deuda fuera de mi vida!  Estoy cansado de ser un esclavo de otra persona.  ¡Yo quiero servir al Señor Jesucristo!”

¿Ve?  A menos que usted desprecie algo, no va a hacer nada con eso.  Usted sólo dirá: “La deuda no es tan mala, creo.  No me gusta.  No la quiero.  Pero está allí, y puedo vivir con ella.”
¡No!  No podemos permitirnos pensar de esa manera.  Jesús dijo que necesitamos negociar hasta que Él venga (Lucas 19:13), y no podemos negociar mientras estamos todavía en deudas.  No podemos dirigir compañías, poseer corporaciones, desarrollar bienes raíces, o hacer dinero en el mercado de valores mientras todavía estamos en deudas.  ¡Dios no puede darnos millones de dólares si estamos gastando lo poco que Él nos da hoy pagando intereses a alguien más!

La Disciplina es la Clave

“¿Es realmente posible salir de la deuda?” ¡sí!  Todo lo que se necesita es una palabra: disciplina.  Eso es todo lo que se necesita.  La deuda vino como resultado de desarrollar hábitos incorrectos, y la deuda se irá como resultado de desarrollar hábitos correctos.
Usted entra en deuda cuando gasta más de lo que gana.  Esto no es tan complicado, ¿no?  Significa que todo lo que usted tiene que hacer es comenzar a gastar menos de lo que gana para comenzar a salir de la deuda.

¡Entonces no podría manejar el auto que quería!  No podría vivir en la casa que quería.  No podría salir a restaurantes cada vez que quisiera.”

Sí, esa es la idea completa.

¿Ve?  La deuda es como una enfermedad mortal.  La deuda es vivir hoy a expensas de mañana.  El noventa y siete por ciento de los americanos pagan cuentas todos los meses, pero muy pocos realmente están en el proceso de salir de la deuda. 

Entonces si usted va a emprender su camino para salir de la deuda, tiene que odiar la deuda.  Tiene que tener un deseo lo suficientemente fuerte para motivarlo a salir de la deuda.  Luego tiene que tener una visión de cómo sería vivir la vida después de la deuda.  Finalmente tiene que comprometerse a la disciplina que se necesitará para hacer realidad esa visión en su vida.

Enfréntelo – si su deseo de salir de la deuda fuera tan fuerte como se necesita que sea ahora mismo, usted ya estaría fuera de deudas.  Entonces su deseo no es lo suficientemente fuerte todavía, y esto quiere decir que usted tiene que comenzar a edificar el deseo en su corazón de volverse libre de deudas.

 

 

 

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