La bendición de Dios enriquece
“28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.”
Génesis 1:28
Dios es fiel, y tiene preparado todo lo bueno para proveerlo sobrenaturalmente a sus hijos. No mire para atrás las cosas que hayan ocurrido, sino enfóquese en Dios en los principios reales y verdaderos de la Palabra. Las promesas de Dios son seguras para su vida.
Una de las verdades más básicas de la voluntad de Dios para el ser humano están justamente en Génesis 1:28, ahí es donde vemos que Dios puso al hombre y a la mujer en el Jardín del Edén. Les dio un lugar de bendición, les dio autoridad, gobierno, dominio, lo creó en buena salud y le dio la autoridad de multiplicarse y llenar toda la tierra con toda la bendición de Dios. Esa era la buena voluntad de Dios pero el hombre hizo otra cosa.
Ante cualquier situación que esté atravesando siempre hay una palabra de Dios para que se levante en victoria. Pero no le atribuya a Dios lo que no es de Dios. Porque de él sólo viene la bendición, la buena salud, la autoridad espiritual frente a todas las fuerzas del mal y no la resignación al mal y al fracaso.
Algunas personas viven en sufrimiento e inventan una religión de sufrimiento. El evangelio son las buenas nuevas de salvación, Cristo es su salvador, su Señor y le ha dado vida y vida en abundancia para que la viva y la disfrute y la desarrolle en plenitud en esta vida. Nada tiene que ver con esta vida bendecida el sufrimiento.
Bendición en los términos de la Palabra de Dios es que usted está habilitado para prosperar en todas las áreas de la vida. Y el que lo habilita es el que tiene toda la autoridad y el poder: Dios.
Es muy claro que Dios tenía en mente nuestra bendición desde el comienzo de la creación. Eso nos demuestra que la bendición es fundamental y la bendición de Dios es la que enriquece. La bendición de Dios hará que fluya todo lo que su vida necesita para vivir la vida en la voluntad de Dios en esta tierra. Lo más importante es tenerla porque lo hace feliz, lo hace dichoso y le da la iluminación interior para que sepa caminar en esa bendición.
Adán y Eva fallaron en obedecer a Dios. Pero Dios no dejó de lado el plan de la bendición para el ser humano y prometió un redentor y mandó a su único hijo para redimirnos de toda maldición. Adán y Eva le abrieron camino a la maldición. Dios le dijo: por la causa de ustedes es maldita la tierra, no es que Dios no los quería bendecir pero su voluntad es bendecir. El hombre hizo entrar la maldición.
El primer Adán le abrió camino a la maldición, el postrer Adán que es Cristo Jesús le abrió camino a la bendición. El que cree en él tiene vida, tiene bendición, plenitud en el espíritu, vive una vida próspera y victoriosa y es redimido de toda maldición. Esa bendición perdida en el Jardín del Edén es restaurada en Cristo. Cuando Cristo vino a su vida y se convirtió en su Señor usted hizo una entrega completa hacia él. Es un espíritu con el espíritu del Señor, él vive en usted y se manifiesta a través de su vida. Entonces empieza a tener la revelación de lo que es en Cristo, un verdadero hijo de Dios amado por el Padre.
Todo lo que perdió Adán, Cristo lo recuperó y si usted cree en él y él vive en usted, puede recuperar todo para su vida. No hay posibilidades de que no esté bendecido.
La bendición de Dios lo enriquece. Recíbala hoy.
Oración: Padre, hoy recibo tu bendición porque entendí que es tu voluntad para mi vida y es la me enriquece en todo. Quiero vivir una vida llena de cosas maravillosas que fueron las que creaste para mí. En el nombre de Jesús, amén.

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