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Ser un fiel administrador me lleva a gobernar

 

Dios siempre está probando lo que nosotros vamos conociendo, vamos recibiendo.
Ahora, una de las claves es que Dios prueba la mente y el corazón.

Probar, es igual a ensayar. Una prueba en Dios es un ensayo, y un ensayo no es sino tomar examen.
Entonces, donde falta prosperidad, no es que Dios no quiere que haya prosperidad, es que puede que yo no esté aprobando el examen.

Principio 1: en el Reino no se pueden saltear materias.

O sea, examen que no aprobé, ese examen lo voy a tener que volver a pasar.

Nuestra vida entera va a ser probada en pruebas de administración.
Todo lo que Dios nos dio, nos lo dio para que lo administremos, la vida de cada uno de los cristianos.

Mientras alguien no pase el examen, la prueba de la administración como algo aprobado, no podrá llegar al nivel del señorío, de ese gobierno.

Somos los administradores, si Dios nos dio talentos, somos los administradores de los talentos, si Dios nos dio dones, somos administradores de los dones. ¿Por qué?
Porque la Biblia es muy precisa y dice: “todo lo hemos recibido de el...”.

Nosotros vimos que tiene que ver con la administración, es necesario que los administradores.....administrar la vida, administrar los tiempos, administrar dinero, administrar servicio, todo tiene que ser aprobado por Dios.

El fin de que nosotros pasemos el examen de la administración, es para que lleguemos al ejercicio de ser buenos gobernadores.
No estamos hablando de gobiernos humanos, estamos hablando de gobierno espiritual.

Ahora, para gobernar nuestra vida, nuestra mente, nuestras emociones, para gobernar nuestro interior, para gobernar el exterior, el medio ambiente, las circunstancias, primero hay que ser un muy administrador.

O sea, administrar es alguien asignado a manejar, a vigilar, a supervisar, el asunto de otro. Aunque todo lo de Dios es nuestro, pero lo de Dios nosotros lo tenemos que vigilar, que supervisar, lo tenemos que cuidar, lo tenemos que manejar
La gobernación espiritual, autoridad espiritual, espera por aquellos que pasan la prueba de la administración.

Gobierno no es otra cosa que ejercer dominio, ejercer control

Porque si paso ese proceso, la prueba de administración, llego al nivel de gobierno, y si llego al nivel de gobierno, llego al nivel de autoridad, donde nada verdaderamente nada me puede vencer.

Principio2: todo el que llega a gobernar es porque pasó el examen de la fidelidad.

La gente que Dios quiere para gobernar, tiene que tener la característica de prudencia y de sabiduría. No es cualquiera, saben cuando hablar, saben cuando callar.

Principio3: para llegar José a este nivel, su fidelidad tuvo que ser probada.

Un hombre que era pobre, pero que con el correr del tiempo, se vuelve rico.
Porque el buen administrador no puede quedar en pobreza, es principio.

Entonces, tiene que haber marcada diferencia entre los que son hijos de Dios, y los que no son hijos de Dios. Y la marcada diferencia empieza con la administración de fidelidad que van a ejercer esos hijos de Dios.

Principio4: un gobernador es igual a una cabeza de autoridad.

Nosotros fuimos hechos para gobernar, pero no se puede ejercer aquello que fuimos hechos, si primero no se nos ha conferido algo para que lo administremos, y que lo que se nos confirió, lo administremos bien.

La clave de un administrador fiel, primero, es que reconoce a Dios en todo su camino, en todo su vivir.
Y segundo, que le consulta con el antes que nada, las cosas que tiene que consultar.

Por eso ahí aparece un principio que se llama honra. Dios honra a los que le honran.

Lo primero que tengo que honrar, es la palabra de Dios, sino honro su palabra, las demás cosas no las podré honrar.
Cuando faraón dice. “se gobernará la nación por tu palabra...”, la nación tenía que honrar la palabra de José, porque José honraba la palabra de Dios, y Dios honra a los que le honran.

Y faraón dice: “por lo que tu digas se gobernara la nación...”.
Si quiero ser un gobernador, pero no quiero pasar por el proceso de un administrador fiel, será imposible, porque Dios es Dios de los procesos.

José primero fue un administrador de las cosas de su familia, después de las cosas de su amo, a punto tal que después fue administrador en la cárcel, a punto tal que administró los sueños de faraón...hasta que llegó el momento que lo pusieron arriba....¡por tu palabra se gobernará toda esta tierra!  ¡Dios no puede fallar!

Un administrador tiene que demostrar 3 cosas, 3 características principales,
1- fiel, que sea genuino. 2- digno. 3- seguro

Administrar me hace responsable de mi conducta. Esa es la clave.
¿Porque? Porque vamos a tener que dar cuenta de lo que administramos.

El plan de Dios no es que yo sea un administrador, el plan de Dios es que yo sea un gobernador.

Me debo mantener fiel aún ante la mayor de las presiones diabólicas.
Porque José se volvió rico por la bendición.
Ahora, la bendición es una consecuencia de la administración, de la fidelidad.

Entonces, si la bendición depende de la administración, la maldición depende de la administración. El administrador fiel, bendición, el administrador infiel, maldición.

El requisito principal para la bendición es la fidelidad.

Enseñanza, la liberación que muchas personas han estado buscando y se les vio impedidas de lograr, es porque ellos no han pasado la prueba de fidelidad
Dios lo llevó a gobernar a José, porque comenzó siendo fiel con parte del ganado de su padre, y terminó siendo el gobernador de toda una nación, no es casualidad, superó el proceso de la administración de la fidelidad.

Para llegar a ese ejercer de autoridad y de dominio, necesitamos entender el poder que tenemos como administradores.
Que el paso previo para ejercer un gobierno, un señorío, es el saber administrar.
Administrar algo que obviamente, le pertenece a nuestro Dios.

Un administrador es un líder, es un influyente, es un hombre, es una mujer que sin lugar a dudas antes de tomar decisiones, conforma sus decisiones a lo que dice la palabra de Dios, a lo que dice su Señor.

Toda decisión por más buena que se presente, por más interesante que se me presente, si esa decisión no está en conformidad mi Señor, mi Dios, que la decisión no va a beneficiar el plan de El, no va a beneficiar mi vida, y no va a beneficiar a mi prójimo, no tengo que tomar esa decisión

Dios siempre acompaña decisiones que van en conformidad con el.

El deseo de Dios es que nosotros aumentemos, pero ese aumento depende de nuestra fidelidad en la administración de lo que ya nos ha sido dado.

Si soy un mal administrador de lo que Dios me dio, no podré ir a otro nivel de aumento, de gloria, de riquezas, de conocimiento.

Ahora, el deseo de Dios es que nosotros lleguemos a ese gobierno, para el nosotros ya somos señores, pero para ejercer bien la autoridad del señorío, se necesita pasar la prueba, pasar el examen de la administración.

Cuando yo camino como un administrador fiel, mis fuerzas espirituales, mentales y físicas, van a aumentar.

Dios nos hizo para ser gobernadores, Dios nos hizo para gobernar. Y sin lugar a dudas que cuando no se gobierna, se es gobernado, pero que para llegar a gobernar se necesita formar parte de un proceso.

Principio5: administración aprobada por Dios, promoción para que yo ejerza el gobierno que Dios quiere que ejerza.

 

Pastor y Maestro Alfredo Dimiro

 

 

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