Esta es la temporada del año en donde celebramos el evento más importante para nuestras vidas, especialmente para los que creemos en Cristo Jesús. Este evento cambió todas las cosas en todos nosotros y se volvió el  centro de la humanidad, de la historia, del universo y el centro de nuestras vidas.
El día que nació Jesús también nació la esperanza para todo ser humano.  No solo es una linda historia, sino que este acontecimiento lo cambió todo.  Gracias a Él hoy somos parte de la familia de Dios. Hoy lo celebramos, somos felices con Él y nunca cambiaríamos esta vida maravillosa de comunión y relación por nada en la vida.  Todos los días Él está trabajando y operando en nosotros de una manera muy especial. 

“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel”. (Que significa Dios con nosotros) Isaías 7:14

Esta es una palabra profética que dice Isaías casi 700 años antes de que Jesús viniera a nacer en la tierra. Vemos como nos habla la palabra de Dios acerca de María. Nosotros no exaltamos a María pero si la valorizamos porque fue un instrumento de Dios para traer al Salvador a la tierra.  También encontramos en ella una actitud que realmente es muy importante para el creyente.  Para el mundo esta es una historia simplemente linda, pero para usted y para mi es el centro de nuestra redención, de nuestra vida y es también nuestro futuro. Todo se dio  de manera sobrenatural porque así  estaba determinado por el mismo Dios cuando dijo en el jardín del Edén que de la mujer nacería nuestro Salvador, nuestro Redentor, el que aplastaría la cabeza de la serpiente y de la mujer vendría a la tierra.  En esta palabra profética  de Isaías vemos que la virgen es la que concebirá, normalmente y humanamente hablando no es una virgen la que pueda concebir porque no puede, pero sí pudo porque fue algo sobrenatural y solo de esa manera podría haber sucedido.  Dios eligió a alguien y ese alguien era María, porque  tuvo una actitud en el corazón.  Y esa actitud es la que se destaca y  nos enseña muchísimo para así de la misma  manera nosotros también tener este tipo de actitud de corazón y de disposición en nuestra vida personal. 

En el nuevo testamento también hay una palabra que se conecta con esta porque ya estaba preparado por Dios la venida de su hijo a la tierra. Él venía para redimirnos a nosotros y hacernos hijos de Dios para que tuviéramos una esperanza viva y gloriosa con Él. Hay que creer y confiar en el poder sobrenatural de Dios que opera en nosotros.  Hoy podemos vivir con una buena relación y conexión con el Padre,  y también con lo sobrenatural para que  fluya en nuestras vidas.  Es sobrenatural el nuevo nacimiento en nosotros. Somos nuevas criaturas, tenemos un destino de bendición y ¡eso sí que es sobrenatural!, esto solo lo ha hecho el Señor Jesús.  Por eso, usted y yo podemos desarrollar una nueva  manera de pensar, podemos desarrollar la mente de Cristo, una nueva mentalidad y créame que va a entrar a un año en donde va a tener una elevación en su mentalidad hasta posicionarla junto a los pensamientos de Dios que son más altos, que son más grandes, y mucho más elevados.  Va a entrar a un año en donde va a tener mucha sensibilidad espiritual, va a tener mejor conexión con el Espíritu Santo para renovarse desde adentro hacia afuera y en todos los aspectos de la vida.  Un año donde va a tener grandes y poderosas victorias en su vida personal y va a ser de influencia positiva en la vida de otras personas que necesitan la manifestación de la gloria de Dios. Un año de grandes y gloriosas bendiciones, un año donde verá puertas abiertas de doble favor, de doble gracia, un año donde verá las ventanas abiertas de los cielos y a Dios derramando bendiciones sobre su vida en manera sobrenatural.  Todo esto se lo debemos a Jesús. 

Confiese: Soy familia de Dios, estoy redimido de toda clase de maldición y soy heredero de las bendiciones del cielo. Hoy soy un hijo bendecido, soy más que vencedor y tengo un destino glorioso en ti. ¡Tú Jesús eres el único camino hacia la victoria!  Todo te lo debo a ti porque lo has cambiado todo.

Apóstol Juan Crudo