Los hijos de Dios somos los que vamos a experimentar las verdaderas riquezas en la tierra. La palabra afirma que el Señor le dará el secreto para que se vuelva RICO EN VERDAD y que en esas riquezas vea manifestada Su presencia, Su propósito, y Su divina voluntad, ¿Lo entiende? ¡Será enriquecido en verdad! Hay un crecimiento que viene de la mano de Dios y este produce riquezas naturales. Será próspero financieramente y tendrá más que suficiente para hacer la obra de Dios en forma extraordinaria, ¿Por qué lo logrará? Porque primeramente aprendió a funcionar en las riquezas verdaderas… las espirituales.

Tiene que reconocer cuales son las verdaderas riquezas que debe valorizar (las espirituales), porque estas producirán las otras riquezas (las naturales). Para esto debe poner primero lo que va primero. Dios enseña muchísimos principios en la palabra para revertir y hacer producir algo que de repente no está funcionando. Porque si algo estuvo trabado y estancado… Entonces hay que reflexionar qué es lo que impidió que las riquezas naturales aparecieran y empezar a hacer las cosas a la manera de Dios.

El propósito primario de Dios es que llegue a SER COMO JESÚS en la tierra. Por eso dice el Señor que usted está predestinado para ser la imagen del hijo de Dios, el primogénito de los hermanos que es Cristo Jesús, el que resucitó de entre los muertos y es su hermano mayor. Hay un modelo para alcanzar, usted tiene todo para desarrollarlo en su vida y de esta manera revelar a Cristo. Lo que recibe de la palabra va enriqueciendo su vida personal para trasladar los cielos a la tierra, el reino de Dios en su vida cotidiana.

En Proverbios 10:22 dice: “La bendición de Jehová es la que enriquece, Y no añade tristeza con ella”. La bendición de Dios no lo va a hacer rico solo en el área de las finanzas, sino también en la paz de Dios, en el gozo del Señor, con un cuerpo saludable, con buenas relaciones y además ¡no habrá tristezas en ella!

¿Qué es lo que verdaderamente enriquece? Lo que verdaderamente enriquece es SU CELO POR DIOS, por Su propósito, por Su divina voluntad y por Su persona. Esto irá creando pasión en su interior y entonces la bendición estará en su vida. La bendición es un poder sobrenatural que viene de Dios para que sea un canal de bendición en la tierra. Lo que viene de Dios hay que trasmitirlo y de eso que trasmite viene con una cosecha sobrenatural a su vida, porque lo que va sembrando es lo que va cosechando. Lo que comienza pequeño en Dios irá en aumento hasta hacerse grande. El que tiene celo por el propósito de Dios sabe que no solo va a tener riquezas naturales, que no solo va a tener riquezas materiales, sino que va a tener las riquezas espirituales, el gozo, la fortaleza, la bendición, el amor, los dones del Señor, todo lo que Dios quiere hacer fluir en esta tierra, incluso la sabiduría del Señor. Y le aseguro que nunca más estará triste.

Seguramente vendrán situaciones que puedan generar algún sentimiento de tristeza, pero eso NO VA A GOBERNAR su vida. Porque está la bendición de Dios y la bendición es la que enriquece, está bendecido en el espíritu, en el alma y en el cuerpo. Cristo lo redimió de la maldición de la ley y lo hizo heredero de la bendición, ES BENDITO PARA SER DE BENDICIÓN. Sea celoso del propósito de Dios para su vida. Dios dice que tendrá bendición para enriquecerse en todo y siendo libre de tristezas. Hay personas que al tener muchas riquezas se enredan en compromisos y cuestiones que no saben cómo salir. Eso pasa con las riquezas naturales por falta de sabiduría. Porque al faltar las riquezas espirituales no saben cómo se manejar las cosas y menos administrar. Y usted lo ve, que en lugar de tener herederos de bendición, tienen herederos que están todos los días esperando a ver cuándo se va de esta tierra para quedarse con la plata. Lo ve en el diario o en la Televisión, que murió un multimillonario en Estados Unidos y le dejó 50.000.000 de dólares al perro porque no tiene herencia. ¿Por qué dejó todo al perro? porque no tenía ni un poquito de riqueza espiritual, era pobre, estaba desnudo, era todo por fuera, vivía una vida superficial. Sea sabio… usted tiene TODO para ser rico en todos los sentidos.

Recibirá RECOMPENSA por sus buenas obras. Esto hay que tenerlo claro, porque hay obras que hacen los creyentes que no tiene recompensa de ninguna clase ¿y cuáles son? son las que están fuera del propósito de Dios. Dice la palabra que las obras que haga serán probadas por fuego y como el oro será refinado, pero la madera, el heno y la hojarasca serán quemados porque no sirven. Ahora, aquellas obras que hace dentro del propósito de Dios que son probadas por el fuego como oro, plata y piedras preciosas, se refinan y se obtiene algo mejor. Cada uno de nosotros sabe que el refinador nuestro es Dios y el Espíritu Santo, y a través de nuestra vida nos va iluminando para que lo que vayamos desarrollando en esta tierra esté de acuerdo a la voluntad de Dios y permanezca.

Para que las obras suyas sean de oro, plata y piedras preciosas, siempre enfóquese en hacerlo a la manera de Dios, en los principios que Dios le enseña y pídale que se los revele. Ahora que está entendiendo el verdadero propósito para su vida y tiene la facultad por la obra del Espíritu Santo de hacer lo que Dios desea entonces está formando aquello que va a permanecer, aquello que vale para la eternidad. Esfuércese por edificar sobre el fundamento correcto, sobre los principios de la Palabra para disfrutar de las verdaderas riquezas espirituales.

¡Usted ya esta Bendito y dejará una herencia de Bendición!

Ap. Juan Crudo